sábado, 2 de agosto de 2008

Amor (1)

Empezar desde el principio no es fácil pero a veces es la única opción para desenredar la madeja. Comienzas pensando cómo sucedió, cómo se fue apoderando de cada uno de tus sentidos, primero de la vista, presentándose como la persona más encantadora del mundo, después del oido, hablándote palabras que, oídas con el corazón, son mucho más melodiosas que cualquier música, más tarde se acercan el olfato y el gusto, cada uno en su proporción exacta para que parezca que el mundo entero esté pendiente sólo de lo que sientes y al final, el tacto, transmitiendo cada uno de los sentimientos sólo con una caricia dada a traspiés o simplemente cuando respira cerca de ti. Al final, cuando no quedan sentidos para enrevesar más tu alma, llega el corazón y palpita al son de ellos. Ya no hay salida, ya no hay marcha atrás. No se puede escapar al deseo y al amor.

No hay comentarios: