domingo, 1 de marzo de 2009

Límites

Hablaba hoy con un amigo sobre las fronteras que establecemos en las relaciones: él sostenía que le gustaba flirtear pero sin ir a más y yo le decía que siempre que no hubiese un juego exagerado, estupendo, pero que como flirtear a veces implicaba que no se conoce a la persona "flirteada" igual acababa siendo una ruleta rusa emocional para ella. Decía que quizás lo mejor era no pensar y no dudo de que pueda tener razón, pero no compartía mucho sus argumentos; a veces, cuando se conoce a una persona jugar y rebasar los límites es el motivo de que muchas personas sufran en silencio amores ocultos y desgraciados. No me entendió, pero no importa. Sé de lo que hablo. Flirtear para mí no es un juego posible en algunas relaciones.