lunes, 4 de agosto de 2008

Amor (2)

Pero como todo en esta vida, el amor también puede acabarse. Matarlo sin ganas es como sacrificar parte de una misma, el empeño es fuerte, la decisión está tomada y entonces, los momentos de flaqueza basados en recuerdos afloran, nos persiguen y nos arrullan en sueños. Difícil sentimiento de entender es el amor, quizás porque da más que quita, porque nos hace mejores ( a veces peores, si se vuelve enfermizo, celoso o impulsivo en demasía) y porque llena espacios que quedan entre los resquicios de nuestra vida. Una vez leí que somos como círculos que se yuxtaponen y que si no los mezclamos, no hay desequilibrio. Pues el amor es la coctelera: todas las emociones que podamos tener, el sentido común que nos habla a la manera de pepito grillo y lo eludimos, el día a día monótono y laborioso de nuestro quehacer, etc, etc son agitados y vueltos a tirar en el corazón, sin orden ni concierto. Hasta que intentamos desamar. Y acabamos ahogados en un mar de lágrimas.

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