Que no hay solución, que no la hay, que por mucho que te esmeras en ser comprensiva, descubres que no hay forma de sacarle punta a muchas personas que piensan que el mundo es suyo y quieren hacerte bajar de él, que todo cuanto hacen es estupendo, que todo lo que haces es una torpeza, que sobras en algunos ambientes, que esperan de ti que te engalanes de buenos sentimientos para escuchar lo que dicen de forma monótona, siempre en primera persona: "yo... yo... yo..."
Practicar la escucha con gente así es toda una proeza digna de un héroe clásico.
Habrá que hacer un himno a quien oye tolerantemente ideas de "supermanes" del mundo.
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