Respeto los puntos de vista de las personas, creo que es muy enriquecedor escuchar argumentos convincentes ( al menos para el que ha llegado a esas conclusiones) y sobre todo, debatirlos. Sin embargo hay quien, en un amago de orgullo por su genial descubrimiento( digo amago porque ni siquiera me parece eso) establecen sus opiniones con una facilidad digna del mejor orador, pero dogmáticas y vacías; las limpian, las adornan, las hacen casi sentencia y al final, te las presentan como la solución que nunca nadie ha sabido encontrar. A veces son conclusiones que se han derramado de muchas fuentes, hechas en tortilla, servidas a destajo y, tengas o no la boca cerrada, casi te obligan a tragarlas; otras, son la fusión de ideas de cuatro textos que empezaron a leer y que no llegaron a entender, aunque recurren a ellos como agua de mayo y muchas veces, una gran cantidad de ellas, empiezan a mosquearse si no le das la razón, no te escuchan y te miran desde un púlpito tronante.
Menos mal que al igual que hay personas así, hay otras muchas que te hacen crecer con un diálogo fructífero.Tengo suerte con mis amigos...
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