¿Estás ahí? ¿ me oyes? ¿sabes lo que quiero decirte sin palabras? ¿ te escondes para no oirlo o porque no sabes qué responder? ¿ sientes el sonido de mi voz oculto en tu interior o apenas oyes nada porque nunca escuchaste? ¿ qué te pasa? ¿de qué sirven tantos arrullos si luego cuando estamos cerca sales de mi vida con la premura con la que entraste? ¿ no quieres oirme todavía no? ¿ sigues tu camino? ¿ no ves que no es el mío? ¿ sales por fin? ¿ o quizás quieres entrar y no sabes cómo? ¿no pretenderás que yo te guíe si permaneces a la sombra de mis palabras? ¿ o nunca quisiste un guía?¿quizás a lo mejor una luz? ¿cuál? ¿ la de mis emociones? ¿ las de mis lágrimas? ¿no lo harás para siempre, verdad? ¿dejarás que siempre me cuestione todo?¿ y si se me acaban las preguntas? ¿y si nunca obtengo respuestas y por ello se agota mi capacidad de interrogarme por ti? ¿ saldrás así? ¿triunfante? ¿apagado? ¿quieres que termine? ¡Está bien! Hasta los mismos interrogantes acerca de la vida tienen la muerte como fin. Mejor sin palabras. Mejor sin oidos.
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