lunes, 19 de enero de 2009

Realidad

Qué difícil entender la realidad, más aún, qué difícil es saber hasta qué punto es tal o simplemente es un puro adorno psicológico. Hoy debatíamos en clase de cómo los sentidos y la razón se enfrentaban en una cruel batalla por hacerse con el mando de la comprensión de las verdades del mundo, debatían acerca de cómo ellos "acusaban" a la otra de engañar y al revés, en definitiva, poníamos sobre la mesa el sempiterno problema del conocimiento de la realidad. Y algunos alumnos, en su propia comprensión de ésta, hablaban de distorsión e interpretación entre otros elementos . La pregunta que surgió después de aquello fue la siguiente: ¿interpretar o metamorfosear la realidad teniendo en cuenta nuestro bagaje afectivo, emocional, personal, psicológico, etc, hace que ésta sea menos real? Personalmente, la realidad, sea rosa o negra, sea grande o infinitamente limitada, inabarcable o interpretable, es mi realidad. Quizás vea oro donde sólo hay brillos u oscuridad donde debió haber un enorme sol, pero lo incomprensiblemente agradable de ella es que es mía y la vivo y la interpreto como quiero.
¡Que levante la mano quien no lo haga! ¡Nos perderíamos precisamente la mismísima realidad!

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