No es fácil seguir cuando miras hacia atrás, pero quizás es mejor así, sin vivir a la sombra del pasado, más bien huyendo de las decisiones nefastas y equivocadas, mirar con ojos inocentes lo que hace tiempo que fue de adulto, intentar de alguna manera no perder la ilusión, no cambiarla nunca por la apatía; interesarse por las luces y las sombras, pues éstas forman parte de la luz, por las palabras amables, por la alegría que supone de entrada estar viva.
Y aunque detrás oigamos pasos de lo que no debió suceder ( bien que sucedió) no volver la vista atrás. Es más interesante adentrarse por un sendero distinto.
Y aunque detrás oigamos pasos de lo que no debió suceder ( bien que sucedió) no volver la vista atrás. Es más interesante adentrarse por un sendero distinto.
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