lunes, 8 de septiembre de 2008
Sin Sentidos
¡Qué difícil es pensar en una misma cuando se comparten con los demás momentos inolvidables! Reflexionar acerca de cómo se desarrolla la vida de los demás cuando la tuya está unida ineludiblemente a la de ellos, decidir una respuesta que no les una a ti, aunque sea la que esperas oír de tus labios, morderte continuamente para no contestar que lo que van a hacer no es lo que tú harías porque sabes que entonces sí que permanecerás unida de una u otra forma. No quiero que sucedan cosas, pero mi destino no es el de ellos. Estamos en este mundo para convivir y espero que no para repartir partes de nuestro corazón por todos ellos.
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